miércoles, 15 de diciembre de 2010

las rotondas

es acojonante. las rotondas son el peor invento que el ministerio de fomento o quien cojones tenga potestad de hacer realidad sus idas de olla circulatorias tuvo la genialidad de parir. bueno, no fué un parto, fué una cagada.


porque a parte de que la mayor parte de las rotondas que conozco están mal pintadas, o son difíciles de encarar, joder! deberían venir con un puto manual de instrucciones. vamos a ver. en la autoescuela enseñan como se debe actuar al entrar y al salir de las rotondas, pero llega la hora y... ostión!
resulta que las prioridades se las pasa por el forro hasta el tamborilero del villancico de raphael. y lo peor es la cara de nabo que se te queda cuando el subnorman de detrás te pita ( de esto ya hablaré otro día) como diciendo "yo hace una hora que habría salido!".

Los cojones.

es un deporte de riesgo entrar en las rotondas de aparcavisa sin firmar un seguro de vida. es prácticamente un golpe de suerte salir ileso. sino, el golpe es de los otros. metes primera. cierras los ojos, y a fondo!

porque, digo yo. hay algo más bonito que intentar adivinar si alguno de los coches que viene a toda ostia te habrá visto, y si antes de comprarse un seat león amarillo con llantas de 17" y pegatina detrás "soy bruto" habrá echado un ojo al código de circulación sección rotondas:"tendrá preferencia el vehículo que se halle dentro de la rotonda"???


la respuesta es :SI

lo más bonito es cuando un camionero ukraniano, perdido por las calles de Vitoria te dedica lo que pudiera ser una canción digna de aparecer en el festival de truñovisión, al verle gesticular y hacer aspavientos, te das cuenta de que quiere comunicarse con tus familiares difuntos y hacer de vientre sobre sus féretros. angelito.

es por esto, que cada vez que veo peligrar mi vida en una de estas alegorías circulatorias pienso..."hasta la polla"

1 comentario:

  1. Qué gran verdad. Lo del Seat León amarillo es demasiado habitual. Hasta la polla, dí que sí

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